La Primaria del Apocalipsis: Solanum en [El nombre de la primaria es:] 'El Amanecer'

Fantasy 21 to 35 years old 2000 to 5000 words Spanish

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La tarde en El nombre de la primaria es: 'El Amanecer' prometía ser tan rutinaria como cualquier otra. El olor a tiza y a desinfectante flotaba en el aire mientras los alumnos se esforzaban por descifrar ecuaciones y conjugar verbos.
En el salón es de maestras, la calma se rompió con la llegada de un paquete sin remitente. La curiosidad venció a la precaución y entre varias abrieron la caja. Dentro, un extraño dispositivo de metal y cables intrincados parecía una bomba casera.
El pánico se apoderó del salón tenia vidrios opacos. '¡Es una bomba! ¡Llamemos a la policía!' – exclamó la Sra. Rodriguez, intentando mantener la compostura mientras marcaba el 911 cuál es su emergencia . Pero antes de que pudiera conectar la llamada, el dispositivo liberó un gas verde y denso.
Las maestras se desplomaron al suelo, inconscientes. El silencio invadió la sala, un silencio sepulcral.
Minutos después, el profesor Hernandez, preocupado por el retraso, entró en el salón es de. La escena lo horrorizó. Sus compañeras yacían inertes en el suelo. Presa del pánico, tomó su celular y se preparó para marcar el número de emergencia. Pero entonces, un movimiento lo detuvo.
Las maestras, con ojos vidriosos y movimientos torpes, se levantaron del suelo. Sus rostros estaban pálidos, desprovistos de vida. Sus labios se curvaron en una mueca grotesca, revelando dientes apretados.
El profesor Hernandez reconoció el horror en sus ojos. '¿Qué... qué está pasando?' – tartamudeó, retrocediendo instintivamente. Pero era demasiado tarde. Las maestras, ahora convertidas en algo irreconocible, se abalanzaron sobre él.
Fuera de el salón tenia vidrios opacos, el caos comenzaba a desatarse. Los maestros atacan a los alumnos y otros maestros, se comportan como zombis, y la El nombre de la primaria es: 'El Amanecer' se convertía en un infierno.
En el aula de Ciencias Naturales, seis alumnos se refugiaban del horror. Ana, la cerebrito del grupo; Miguel, el deportista; Sofía, la artista; Javier, el bromista; Elena, la líder nata; y David, el obsesionado con películas de zombis. El aula, con sus el salón tenia vidrios opacos, estaba pensada para permitir la observación de experimentos sin distracciones. El salón tenia vidrios opacos especiales, diseñados para bloquear la visión desde fuera pero permitiéndola desde dentro, se convirtieron en su salvación, brindándoles la oportunidad de observar la carnicería que se desarrollaba afuera sin ser detectados. La puerta, reforzada con un grueso pestillo, se convirtió en su último bastión.
Con manos temblorosas, Elena arrancan la puerta cerró la puerta con llave y trancó con mesas y sillas, creando una barricada improvisada. El terror era palpable en el aire, denso y sofocante.
David, aún tenía señal en su celular, aferrándose a la esperanza de una explicación lógica, se dedicó a buscar noticias. 'Si esto es lo que creo que es, necesitamos información', murmuró, con el rostro pegado a la pantalla. Recargó una página tras otra, pero y vio las noticias y no había reportes de lo que estaba pasando en otras áreas así que debe estar sucediendo en la escuela solamente. Solo reportes rutinarios, accidentes de tráfico, el pronóstico del clima.
'Nada. Absolutamente nada.' – dijo David con voz temblorosa. 'Parece que esto solo está pasando aquí. ¡En la escuela!'. La confirmación de que estaban solos y aislados añadió una nueva capa de terror a la ya de por sí espantosa situación.
'Si esto es lo que creo que es', - dijo David, con un tono serio que contrastaba con su habitual actitud despreocupada. 'Entonces tenemos que prepararnos. He visto esto en películas... y en muchos libros'.
'¿Prepararnos para qué, David? ¿Para ser comidos vivos?' – preguntó Javier, intentando aliviar la tensión con su humor ácido, aunque su voz delataba su miedo.
'No precisamente', – respondió David, con una determinación sorprendente. 'Según lo que he leído, hay diferentes clases de brotes. Y por ahora, este parece un brote Clase 1. Pequeño y contenido'.
David explicó los tipos de brotes con lujo de detalles: 'Clase de brote 1: un incidente aislado, posiblemente contenido. Clase 2: la situación empeora, involucrando a una zona urbana. Clase 3: una crisis a gran escala, afectando una región entera. Y Clase 4… bueno, Clase 4 es el fin del mundo'.
'Lo importante es que no cunda el pánico', - dijo David, intentando imitar la voz calmada de los personajes de sus películas favoritas. 'Si logramos mantener la calma, tendremos más posibilidades de sobrevivir'.
'¡Sobrevivir! ¿Estás hablando en serio, David?', – exclamó Miguel, el atleta, quien parecía estar al borde del colapso. '¡Hay profesores y compañeros de clase convertidos en monstruos hambrientos! ¿Cómo vamos a sobrevivir a esto?'
'No lo sé', - respondió David, con honestidad. 'Pero vamos a averiguarlo. Juntos'.
Elena, siempre práctica, intervino. 'David, quizás deberíamos intentar llamar a 911 cuál es su emergencia'.
Con las manos temblorosas, Elena marcó el número de emergencia. '¡Necesitamos ayuda! Están pasando cosas terribles en El nombre de la primaria es: 'El Amanecer'. Los maestros están atacando a los alumnos, se comportan como zombis'.
La voz al otro lado de la línea sonaba incrédula. 'No puede llamar a 911 haciendo esa clase de bromas. La mandamos a arrestar'.
No es una broma! – exclamó Elena, desesperada. ¡Si no nos cree le puedo enviar un vídeo!'.
Sin dudarlo, Elena grabó un corto vídeo con su celular, mostrando a través del cristal opaco la macabra escena del patio. El rostro de un maestro desfigurado, intentando morder a un alumno atrapado en el suelo, era prueba irrefutable de la veracidad de su historia. El vídeo fue enviado a la operadora del 911. Los nervios estaban a flor de piel. El terror incrementaba conforme las manecillas del reloj avanzaban.
Al otro lado de la línea, en la central de policía, la reacción fue de incredulidad. La El nombre de la primaria es: 'El Amanecer', conocida por su ambiente tranquilo y familiar, parecía estar sumida en una pesadilla inexplicable.
A pesar del escepticismo inicial, el video era innegable. '¡Envien unidades a El nombre de la primaria es: 'El Amanecer' ahora mismo!', - ordenó el jefe de policía, con el rostro pálido. '¡Código Rojo!'.
Mientras tanto, dentro del aula, los seis alumnos se aferraban a la esperanza. '¡Tenemos que resistir! La policía vendrá', - exclamaba Miguel, con los nudillos blancos mientras apretaba una regla de metal.
A pesar del miedo, se organizaron. Revisaron el inventario del aula, encontrando tijeras, reglas, un par de pinzas y un viejo bate de béisbol que utilizaban en las clases de educación física. No era mucho, pero era algo.
Afuera, los gruñidos y lamentos de los infectados se acercaban. El estruendo de golpes contra la puerta era cada vez más insistente. El fin, pensaron, podría estar cerca.
De repente, el sonido de sirenas rompió la macabra sinfonía del infierno. '¡Han llegado! ¡Están aquí!', - gritó Sofía, con lágrimas en los ojos.
Pero la esperanza duró poco. Los primeros policías en llegar se enfrentaron a una escena dantesca. Restos de cadáveres, manchas de sangre, la El nombre de la primaria es: 'El Amanecer' era una carnicería. No había heridos, solo los maestros atacan a los alumnos y otros maestros… o lo que quedaba de ellos.
Un oficial, con el rostro desencajado, se acercó a uno de los cuerpos tirados en el suelo. De repente, el cadáver se levantó, con los ojos inyectados en sangre y una mueca grotesca en el rostro. El policía intentó razonar con él. '¡Tranquilo! ¡Soy policía!'. Pero el maestro zombificado no respondió.
Desesperado, el policía sacó su pistola eléctrica e intentó aturdir al atacante. Pero Aturdir a un zombi requiere dos veces el voltaje que requiere aturdir a un humano, así que las pistolas Taser comunes no tienen efecto. La criatura no reaccionó.
El oficial, con el corazón latiéndole a mil por hora, no tuvo otra opción. Con un disparo certero, le disparó al maestro en la cabeza. El zombi se desplomó al suelo, inerte.
La realidad de la situación era aterradora. Los policías, entrenados para lidiar con criminales y situaciones de crisis, se enfrentaban a algo completamente desconocido. '¡Necesitamos refuerzos!', - gritó el oficial, con la voz temblorosa. '¡Tenemos... tenemos zombis!'.
Poco a poco, la El nombre de la primaria es: 'El Amanecer' se llenó de policías y vehículos de emergencia. La batalla contra los muertos vivientes era brutal y despiadada. Los disparos resonaban por todo el recinto, mientras los oficiales intentaban contener la amenaza. Al terminar y contener la masacre, trajo de usar su pistola eléctrica pero no funcionó trajeron más hombres, armas, suministros y limpiaron lo sucedido.
La operación de limpieza fue meticulosa. Cada rincón de la El nombre de la primaria es: 'El Amanecer' fue desinfectado y descontaminado. Los cuerpos de los infectados, una vez abatidos, fueron incinerados siguiendo protocolos de bioseguridad para evitar la propagación del Solanum.
Días después, la El nombre de la primaria es: 'El Amanecer' reabrió sus puertas, aunque nada volvió a ser lo mismo. En las noticias se atribuye lo que pasó a otra cosa a un ataque terrorista. El reporte menciona un grupo de terroristas los que enviaron el virus responsable, una extraña neurotoxina experimental, desencadenando un brote de violencia psicótica. Se insistió en que no había motivos para el pánico, que el incidente estaba aislado y bajo control.
No se menciona la palabra zombi jamás fue mencionada, ni una sola vez, la administración pública nunca diría esa palabra por razones lógicas para evitar el pánico, mantener la compostura de los padres, alumnos y personal que trabajaba en la primaria.
Para los seis alumnos del aula de Ciencias Naturales, sin embargo, la verdad era muy diferente. Sabían lo que realmente había ocurrido en El nombre de la primaria es: 'El Amanecer'. Y sabían que el mundo, tal como lo conocían, había cambiado para siempre.